El Beso

Recién me encontré con una nota de prensa que daba información sobre el beso, y la tormenta bioquímica que generaba, me perdí por un momento entre tantos datos científicos, que daban sobre el beso, así que mas allá de los aportes científicos sobre este acto natural, besar tiene sus ventajas, aquí la nota completa para compartir.

Pittsbur- Cada beso que se da consume 12 calorías. Quizás sea porque para hacerlo, debemos mover hasta 36 músculos, o bien porque las pulsaciones del corazón aumentan de 20 a 100 latidos cada vez que unos labios se unen a otros. La huella de cada beso viaja hasta el cerebro, no solo deja rastro e nuestra memoria sino que interviene en un gran numero de circuitos neuronales.

Imagen: http://www.matton.es

Según investigadores de la Universidad de Pittsburt (EE.UU), existe un gen, denominado el gen KISS-I ( O el gen del beso) que, junto a otro, inician los cambios hormonal

es que desencadenan la pubertad.

Al juntar nuestra boca con la de otra persona, el sistema limbico, situado en el centro del cerebro, transmiten esta información a otra áreas como la corte

za o el tronco del encéfalo que regula los mecanismos vegetativos de la respiración, el ritmo cardiaco, la tensión arterial, el tono muscular, la salivación o la secreción hormonal.

Cuando besamos apasionadamente se liberan hormonas como las endorfinas, que generan una sensación de bienestar y tienen efectos analgésicos. A

ellas se les une la oxitocina y la testosterona, la primera relacionada con la lactancia y la excitación sexual y la segunda esta involucrada en un gran numero de procesos fisiológicos incluido también el relacionado con el deseo sexual. A estas les sigue la adrenalina y noradrenalina que elevaran la tensión arteria y los latidos del corazón.

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Pero no es esta una experiencia generalizada pues, según la Universidad de Bochum en Alemania, el 10% de la población mundial, unos 650 millones de personas, no se besa nunca, como en algunas tribus de Finlandia, en algunas regiones de China o en Mongolia, Donde los padres no besan a sus hijos sino que les huele la cabeza.