lunes, 31 de mayo de 2010

El brillo del Alma


La adversidad hace brillar el talento escondido, se nos ha dicho desde hace tiempo, pero cuántos de nosotros nos mantenemos firmes, alegres y optimistas ante las dificultades, no existe un árbol que el viento alguna vez no haya sacudido.

La vida se parece entonces a un gran juego de ajedrez donde somos fichas movidas por la mano escondida del maestro que sabe lo que es mejor para nuestras vidas y que de momento no entendemos, quien ha sobrevivido a la tormenta puede disfrutar plenamente de la clara luz del amanecer.

Por eso ante las vicisitudes de cada día, no hay que darse por vencido, sino más bien estar decidido a dar mejor de nosotros mismos, a pesar de las contrariedades, porque el que es valiente no se rinde lucha.

Finalmente para los idealistas, los soñadores el fracaso no es más que una ocasión para ir más allá buscando metas superiores.
Escrito por:

Freddy Díaz
Colaborador

Humor : en Caricaturas









martes, 25 de mayo de 2010

Tercer Aniversario

Que rápido pasa el tiempo, cumpliendo 3 años desde que inicio esta aventura, que me ha llevado a recorrer caminos, donde he tocado distintos temas, siendo siempre el fuerte aquellos que al final siempre dejan una reflexión, este recurso de la comunicación, me ha permitido expresar y compartir con muchos, mi manera de ver la vida, el crecimiento del blog ha sido paralelo al mío, este año en particular, ha sido hasta ahora el que menos artículos he publicado en el, sin que ello signifique que olvidase del mismo, solo que a mi vida han llegado nuevos retos, que me han mantenido muy ocupado, pero que espero llevar a feliz términos, mientras sigo acumulando vivencias, experiencias que seguirán alimentando mi crecimiento, y que aquí se vera reflejado.
Dejo aquí entonces en este día un tema y su respectiva reflexión:


HONREMOS LA VIDA


Muchos tenemos un mapa de carreteras que indica el curso que imaginamos que deberían tomar nuestras vidas.

Es importante avanzar en la dirección correcta, pero si quedamos atrapados por las preocupaciones sobre nuestro destino final, olvidamos disfrutar del paisaje, de cada nuevo día.

Recuerda que algunas de las secretas alegrías de la vida no se encuentran en afanarse en ir desde el punto A hasta el punto B, sino, en inventar algunos otros puntos imaginarios a lo largo del camino. El viaje que estás realizando, es magnífico. No temas explorar territorio desconocido.

Si llegas a perderte, vas a tropezar con algunos de los descubrimientos más interesantes que puede hacer.

Deambula por caminos que nunca has recorrido o por otros que jamás volverás a tener la oportunidad de recorrer.

La Vida no es una guía de viaje que debes seguir, es una aventura que hay que emprender.


Alin Austin

jueves, 20 de mayo de 2010

LA SABIA VOZ DEL VACÍO


Después de un largo receso , he vuelto a emprender el camino, gracias a mis amigos invisibles, a los no tan invisibles, y a los consecuentes por la espera, a todos un fuerte y caluroso abrazo, esperemos entonces poder seguir compartiendo y aprendiendo durante la marcha.


Aquí la historia, , busquemos en ella entonces el punto de reflexión:


El lama impartía enseñanzas a los monjes y novicios del monasterio.

Siguiendo la doctrina del Buda, ponía especial énfasis en captar la transitoriedad de todos los fenómenos, así como de aquietarse, retirarse de los pensamientos y, en meditación profunda, percibir en el glorioso vacío interior la voz de la mente iluminada. Mostraba métodos muy antiguos a sus discípulos para que pudieran apartarse del pensamiento y vaciar la mente de inútiles contenidos.

-Vaciaos, vaciaos - exhortaba incansablemente a los discípulos. Así un día y otro día, con la misma insistencia que las aguas fluyen en el seno del río o el ocaso sigue al amanecer.

-Vaciaos, vaciaos.

Tanto insistiera en ello, que algunos discípulos acudieron a visitar al maestro y le dijeron respetuosamente: - Venerable maestro, en absoluto ponemos en duda la validez de tus enseñanzas, pero...

- ¿Pero?- preguntó el lama con una sonrisa en los labios.

-¿Por qué pones tanto énfasis en que nos vaciemos? ¿Acaso, respetado maestro, no acentúas demasiado ese aspecto de la enseñanza?

- Me gusta que me cuestionéis - dijo el lama-. No quiero que aceptéis nada que no sea sometido al escrutinio de vuestra inteligencia primordial.

-Ahora debo llevar a cabo sin demora mi práctica meditacional, pero solicito que todos vosotros os reunáis al anochecer conmigo en el santuario.

-Eso sí, queridos míos, quiero que cada uno de vosotros traiga consigo un vaso lleno de agua.

Los discípulos disimularon como pudieron su asombro e incluso alguno de ellos se vio obligado a sofocar la risa.

¿Será posible? O sea, que su maestro les pedía algo tan ridículo como que todos ellos fueran al santuario portando un vaso lleno de agua. ¿Se trataría de algún rito especial?

¿Sería una ofrenda que iban a hacer a alguna de las deidades? Fue transcurriendo el día con lenta seguridad.

Los discípulos no dejaban de conjeturar sobre la extraña solicitud del maestro.

Unos aventuraban si no se trataría de una ceremonia especial en honor de la misericordiosa Tara; otros pensaban que tal vez era que el lama les iba a hacer leer durante toda la noche las escrituras y que el agua era para evitar la excesiva sequedad de boca; otros confesaban no tener la menor idea del por qué de la insólita petición del lama.

El sol, anaranjado-oro, se comenzaba a ocultar tras los inmensos picos que se divisaban a lo lejos. Los discípulos tomaron cada uno de ellos un vaso y lo llenaron de agua. Luego, ansiosos por desvelar el misterio, fueron hasta el santuario y se presentaron ante el maestro.

-Bueno chicos - dijo el maestro riendo con su excelente humor-. Ahora vais a hacer algo muy simple. Golpead los vasos con cualquier objeto.

-Quiero escuchar el sonido, la música capaz de brotar de vuestros vasos.

Los discípulos golpearon los vasos. De los mismos no brotó más que un feo sonido sordo, desde luego nada musical.

Entonces el maestro ordenó: - Ahora, queridos míos, vaciad los vasos y repetid la operación.

Así lo hicieron los monjes. Vaciados los vasos, golpearon en ellos y surgió un sonido vivo, intenso, musical.

Los discípulos miraron al lama interrogantes. El lama esbozó una sonrisita amorosamente pícara y se limitó a decir: - Vaso lleno no suena; mente atiborrada no luce. Os deseo felices sueños.

Los discípulos, un poco avergonzados, comprendieron al momento.

Nunca habrían de olvidar aquello de "vaso lleno no suena".

"Cuando eliminamos los densos nubarrones de ignorancia de la mente, en el vacío original de la misma surge el revelador sonido de la iluminación."



Leyenda Hindú