sábado, 5 de abril de 2008

Descubriendo el Verdadero Miedo

Imagen: Banco de imagenes Gratuitas(Jose. L Avila Herrera)

Un sultán decidió hacer un viaje en barco con algunos de sus mejores cortesanos. Se embarcaron en el puerto de Dubai y zarparon en dirección al mar abierto.

Entretanto, en cuanto el navío se alejo de tierra, unos de los súbditos, que jamás había visto el mar y había pasado la mayor parte de su vida en las montañas, comenzó a tener un ataque de pánico.

Sentado en la bodega de la nave, lloraba, gritaba y se negaba a comer o a dormir. Todos procuraban calmarlo, diciéndole que el viaje no era tan peligroso, pero aunque las palabras llegases a sus oídos no llegaban a su corazón. El sultán no savia que hacer, y el hermoso viaje por aguas tranquilas y cielo azul se transformo en un tormento para los pasajeros y la tripulación.

Pasaron dos días si que nadie pudiera dormir con los gritos del hombre. El sultán ya estaba a punto de mandar volver a puerto cuando uno de sus ministros, conocido por su sabiduría, se le aproximo.

Si su alteza me da permiso yo conseguiré calmarlo.

Imagen: www.digitalfhoto.pl

Sin dudar un instante, el sultán que no solo se lo permitía, sino que seria recompensado si conseguía solucionar el problema.

El sabio entonces pidió que tirasen el hombre al mar. En el momento, contentos de que esa pesadilla fuera a terminar, un grupo de tripulantes agarro, al hombre que se debatía en la bodega y lo tiraron al mar.

El cortesano comenzó a debatirse, se hundió, trago agua salada, volvió a la superficie, grito mas fuerte aun, se volvió a hundir y de nuevo consiguió flotar. En ese momento el ministro pidió que lo alzasen nuevamente hasta la cubierta del barco.

A partir de aquel episodio, nadie volvió a escuchar jamás cualquier queja del hombre, que paso el resto del viaje en silencio, llegando incluso a comentar con unos de los pasajeros que nunca había visto nada tan bello como el cielo y el mar unidos en el horizonte. El viaje, que antes era un tormento para todos los que se encontraban en el viaje, se transformo de armonía y tranquilidad.

Poco antes de regresar al puerto, el sultán fue a buscar al ministro:

¿Como podías adivinar que arrojando a aquel pobre hombre al mar se calmaría?

Por causa de mi matrimonio, respondió el ministro. Yo vivía aterrorizado con la idea de perder a mi mujer, y mis celos eran tan grande que no paraba de llorar y gritar como este hombre. Un día ella no aguanto mas y me abandono, y yo puede sentir lo terrible que seria la vida sin ella.

Solo regreso después de prometerle que jamás volvería a atormentarla con mis miedos.

De la misma manera, este hombre jamás había probado el agua salada y jamás se había dado cuenta de la agonía de un hombre a punto de ahogarse . Tras conocer eso, entendió perfectamente lo maravilloso que es sentir las tablas del barco bajo sus pies.

Sabia actitud comento el Sultán.

Esta escrito en un libro sagrado de los cristianos. “ todo aquello que yo mas temía, termino sucediendo”. Ciertas personas solo consiguen valorar lo que tienen cuando experimentan la sensación de perdida.

REFLEXIÓN. De anthon William:

“El mundo siempre parece amenazador y peligroso para los cobardes. Estos procuran la seguridad mentirosa de una vida sin grandes desafíos y se arman hasta los diente para defender aquello que creen poseer. Los cobardes son victimas de su propio egoísmo y terminan construyendo las cadenas de su propia prisión”.

6 comentarios:

Lorelay dijo...

Me encantó está frase...Algunas personas solo consiguen valorar lo que tienen cuando experimentan la sensación de perdida.
Y vaya que es cierto, recién valoramos lo importante que es alguién o algo en nuestra vida cuando no lo tenemos, y todo muchas veces por no enfrentar nuestros temores.

Gracias por el abrazo, lo estaba necesitando... A pesar de la distancia se siente cerca.

Besitos

Anónimo dijo...

Siempre los desafíos, conllevan riesgos que son imposibles de conocer, lo importante es poder controlar nuestras emociones, nervios y en especial los temores que paralizan y que nos impiden muchas veces lograr nuestros ansiados objetivos..Bonita reflexión Fher!
Saludos!!

Siry Pérez dijo...

Que te puedo decir...
del mal que se teme de ese se muere.
Se lo que no quiero y también lo que quiero.

La primera imagen se parece a un cuadro que tengo en mi cuarto, mientras que la segunda me impactó, ese carguero, los containers, pero sobre todo la estela "Caminante no hay camino, se hace camino al andar" "solo estelas en la mar"
Como anillo al dedo

Un abrazote

Anónimo dijo...

Pues es verdad somo presos de nuestros propios temores, las cadenas nos las ponemos nosotros mismos y quien enfrenta sus temores crea el escenario ideal para navergar con su propio barco a su destino elegido. Saludos desde Perù :)

Hela Freyja dijo...

Muy profundo. Excelente.

Anónimo dijo...

Miedo??? mi ser esta 60% hecho de miedos, le temos a casi todo casi que a la vida misma :(