lunes, 12 de julio de 2010

El Silencio Interior


El silencio significa:

La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad.
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle su aroma y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.
La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.
No solo el silencio de afuera es necesario, pero también el silencio interior.
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir. Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.
Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz.
El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille.
El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón.
Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido a la ira, al orgullo etc.. esto es lo que significa la falta de silencio.
Todas las preguntas están listas para ser respondidas, sin importar que profundas sean. Simplemente entra en la paz del silencio, calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, deja que la calma te invada, deja que el silencio te posea, en ese momento lo viejo desaparece y lo nuevo nace en ti.

el silencio es el vientre de donde nacen los sabios. Si se desea adquirir sabiduría, vuelve a nacer en medio del silencio. Solo así encontrarás tu razón de ser, la razón por la cual haz nacido.

2 comentarios:

Nacho dijo...

Hola Fher! La verdad que mucho podríamos lograr en el cococimiento de nuestro yo personal y en el autoconocimiento, si nos esforzaramos un poco más en callar, en guardar silencio, porque es así como podemos escucarnos y explorarnos interiormente!!
Saludos Fher y Caminantes!!

Gustavo Löbig dijo...

Valoro tus aportes, por nutritivos y generosos, Fernando. De eso se trata mucho del compartir en esta breve vida. Te invito a mi blog LOBIGUS. Leí un estupendo libro hace poco, titulado 666, de A. Cephas. Altamente recomendable. Un abrazo desde Caracas. Gustavo
http://lobigus.blogspot.com/