Una Madre tenía siete hijos. Cayó en cama con una enfermedad incurable y, al adivinar que se acercaba la hora de la muerte, llamo a sus hijos y les dijo:
Se que voy a morir muy pronto y quiero que cada uno de ustedes salga de la casa y me traiga un palo seco.
Así lo hicieron los hijos muy pronto todos estaban de regreso cada uno con un pequeño palo seco.
La madre agarro el palo que había traído el hijo mayor, y se lo dio al más pequeño de los hijos diciéndole:
¡Pártelo!
El hijo menor lo hizo sin dificultad alguna.
¡Parte ahora otro!
Así el más pequeño partió todos lo palos sin problema.
Vuelvan a salir y me traen un palo parecido al que me trajeron antes.
Cuando estuvieron de vuelta, la madre le pidió el palo seco a cada uno de sus hijos. Los amarro fuertemente y les dijo al hijo mayor:
Tu eres el mas fuerte, parte los palos.
Por mucho que se esforzó, no pudo.
¿No puedes?
¡No!
¿Alguno de ustedes puede?
Por mucho que muchos intentaron ninguno fue capaz.
Recuerden bien esta lección les dijo a todos. Mientras estén unidos, nadie podrá con ustedes. Pero si pelean, se separan y cada uno va por su lado, serán fácilmente vencidos.
Vivir en unidad cuanto hace falta hoy en día, que dulce y hermanos es vivir los hermanos, juntos como lo hacían los primeros cristianos, donde todos y cada uno son importantes sin tomar en cuenta sus diferencias, compartir juntos todo como una gran familia, un sueño para toda la humanidad que muere de soledad
escrito y enviado por:
Freddy Diaz
2 comentarios:
Muy bien Freddy D.! Asi es, la fortaleza de nuestros vinculos o lazos familiares o personales, es algo que nos realiza como personas y contribuye muchisimo a nuestra felicidad.
Saludos Freddy y Fher!!
Bonita reflexión Fher, la unión hace la fuerza. Aprovecho para invitarte a mi espacio, he dejado una invitación para ti.
Un abrazo y espero que hayas tenido un buen fin de semana.
Publicar un comentario